Esto es así: ya
puedes ser el rey del mambo que si sales al escenario y te pones a mirarte en
el espejo al final se te cae la imagen al suelo. Mou sacó mucho fondo de armario a Los Cármenes y aquello no
funcionó. Bajados los brazos los madridistas por el logro conseguido, la panza
llena y las piernas plomizas, el Granada le ganó por la mano.
Se la jugaban los de Abel Resino, pero ante el descontrol blanco, cada uno a su aire,
sin presión ajustada, enseguida les dio para marcar en un balón perdido por Marcelo en ataque y su
incapacidad para recuperarlo en cincuenta metros de carrera.
Ahí lo vio claro el Granada. A tirarse atrás, cerrar huecos
y a salir a la contra. El Madrid también lo vio claro: todas las manos tendidas
aCristiano Ronaldo para que
ganara a Messi en su carrera particular. Suele suceder que esos favores
individuales en perjuicio del bien colectivo pasan factura. Lo sabían los
locales, así que se cerraron alrededor de CR y allí se las dieron todas, que no
había manera. Se estrelló el Real en tan absurda pugna, con más desgana que
fútbol.
Mourinho, más que molesto por lo sucedido, cambió todo lo
que pudo. Con inmediatez, el Madrid cambió la cara, pero poco más. Empezó a
crear un buen número de ocasiones pero sin los dientes afilados de otros días.
No obstante, el Madrid había cambiado, se fue a por el Granada con el sable entre
los dientes. Ver MÁS
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