El empate en Anoeta fue justo,
insuficiente, pero necesario. Real
Sociedad y Villarreal se medían con la valiosa información del
resultado del Zaragoza del sábado.
Perdieron
los maños (1-0) ante un Mallorca de Joaquín Caparrós, que certificó la
permanencia. En eso, en seguir en Primera estaban y siguen estando metidos donostiarras
y castellonenses. El respeto mutuo llevó a una primera parte anodina, en la
que, sin embargo, los de Lotina pudieron cerrarla por delante en el marcador
con un gol de Senna.
La
Real apretó el acelerador en el segundo tiempo y el ritmo y la belleza del
encuentro creció exponencialmente. Carlos
Vela a cuatro minutos del final logró empatar. Se lo ganaron los
realistas y por ello las tablas fueron justas. Todavía no son suficientes
porque bien hubiesen querido ambos conjuntos dejar el asunto de la salvación
prácticamente cerrado. Pero el punto que sumaron cada cual en su casillero fue
necesario y valioso en ese intento por seguir en la máxima categoría.
Montanier
decidió que los suyos guardasen la ropa. Acumulación de futbolistas por el
centro de su sistema defensivo y balón para el Villarreal. El problema para los
realistas fue que a la espera de alguna buena contra, el riesgo nulo y el ansia
de frenar el juego cerebral de Borja
Valero les hizo perder el norte en ataque.
La
posesión fue para los de Lotina. Pero las ideas de los visitantes tampoco
estuvieron frescas. Excesivos fueron los intentos por buscar a Valero o las
entradas hacia adentro de los jugadores de banda como De Guzmán y Hernán Pérez.
Eso hizo sentir cómoda a la Real. Ver MÁS
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