Los seguidores
responden otra vez a la llamada del Valencia y animan hasta que el repaso del
Atlético se torna en humillación
Otra vez la tan cuestionada afición del Valencia estuvo muy
por encima del equipo. 79 días después del masivo desplazamiento a Barcelona en
busca del milagro copero que nunca llegó a producirse, la caravana de la ilusión se
reactivó este jueves.
Aquella derrota en el Camp Nou, y la indolencia que la
acompañó, fue un duro golpe para el valencianismo. Pero no suficiente para
apagar la fe. La afición, esa que según Emery debe levantar los partidos,
volvió a demostrar que se puede contar con ella. Alrededor de 1.500
incondicionales viajaron a Madrid dispuestos a dejarse las gargantas para
empujar al Valencia hacia la final de la Europa League.
Sobre las 14 horas, en los aledaños de Mestalla ya se vivía
ambiente de fútbol. la avenida
de Aragón siete autobuses de la Agrupación de Peñas Valencianistas esperaban a
los seguidores para llevarlos a Madrid.
Y justo al otro lado del estadio, en la plaza de la Afición,
los vehículos del club y de Gol Gran esperaban a quienes habían decidido
realizar el desplazamiento con ellos.
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