El Real Madrid sigue acercándose a
la Liga. En esta ocasión
los tres puntos llegaron con sufrimiento inesperado y con muy poco fútbol. Al
final, no es novedad, la ambición y las ganas del equipo consiguen salvar la
situación.
Parecen actos de fe, pero no se puede negar que este Real
Madrid tiene ganas de vencer, de conquistar la Liga derrotando al Barcelona deGuardiola, Messi y compañía. Pase lo que
pase el equipo de Mourinhoseguirá
de lider tras el Clásico del
próximo sábado en el Camp Nou,
gran objetivo de los blancos.
Si hay un jugador que escenifica el espíritu blanco ese es Cristiano Ronaldo. El portugués volvió a ser decisivo y lo fue cuando su
equipo más lo necesitaba. El empate a uno por los goles de De las Cuevas e Higuaínempezaba a preocupar al Bernabéu, un robo de Khedira y un posterior pase de Di María terminó con un
espléndido remate de CR7 en el minuto 73. Gol y respiro de alivio por Chamartín, en especial en el banquillo
y en el palco. Mucho sufrimiento con un equipo condenado a descender a Segunda.Benzema redondeó la cuenta, logrando el tercero y definitivo.
Antes de seguir hablando del partido habría que comentar
ciertos aspectos que distan mucho de ser deporte y que este sábado se vieron en
el estadio madridista. El balón
que lanzó alguien del banquillo del Sporting para cortar un ataque blanco es de
macarra de mal gusto, como lo fue el posterior pelotazo de Pepe al banquillo.
Lo que vino después, sobraba, pero que nadie olvide que todo se inició por una
maniobra del equipo visitante, perfectamente secundada por algunos madridistas.
Más tarde, Mourinho recriminó a Sergio
Ramos que lanzara un balón fuera cuando Pepe había soltado el brazo a
pasear con destino a la cara de Sangoy.
También sobraba, pero todo se inició con Clemente o alguno de los suyos como protagonistas. Y a todo
esto, Mourinho respondió en la misma línea del mal gusto con un corte de mangas
tras el tercer gol de su equipo.
Ver MÁS
No hay comentarios:
Publicar un comentario