¿Quién lo hubiera
imaginado hace un mes, cuando los azulgranas estaban diez puntos por debajo de
los de José Mourinho?. Lo que parecía un sueño imposible ha dejado de ser una
quimera. El Barça está más vivo que nunca en la Liga, y en la frenética
persecución de su eterno rival se ha situado, de forma provisional, a sólo un
punto del liderato.
Si el Madrid no gana en su visita de este miércoles al
Atlético, los de Guardiola dependerán de sí mismos para reeditar el título por
cuarto año consecutivo. La visita de los blancos al Camp Nou, el próximo 21 de
abril, se presume decisiva si hoy tropiezan en el Calderón.
Los azulgranas sumaron su décima victoria consecutiva en la
Liga, donde nada ni nadie ha podido frenarles desde que perdieron ante Osasuna
a principio de febrero. A diferencia del Madrid, que empieza a dar síntomas de
flaqueza, el Barça se muestra hoy imparable. El equipo parece haber alcanzado
su mejor tono físico, la chispa y la frescura en su juego en el tramo más
decisivo de la temporada. Con el cruce ante el Chelsea en semifinales de la
Champions y el gran clásico liguero en el horizonte.
El Getafe se vio desbordado por un nuevo festival -otro más-
de fútbol ofensivo. Esta vez, Guardiola rizó el rizo alineando a cuatro
delanteros: Cuenca, Pedro, Alexis y, cómo no, Leo Messi. Y los 'cuatro
magníficos' hicieron añicos a su rival con sus goles y asistencias. El único
que no marcó fue Cuenca. Pero el canterano, disciplinado como pocos, fue muy
valioso como extremo derecho. Entre otras cosas, de sus botas nació el tercer
gol. Ver MÁS
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